¿Cómo encarar tanta fuerza y vigor que agresivamente encandilan las papilas gustativas con una mezcla de culturas, sabores y tradiciones?.
Esta delicia de origen netamente peruano, tiene sus cimientos en potajes que recibían el nombre de Uchus o Waikas en los que predominaban distintos ajíes que brindaban un fuerte sabor y calor al plato. Con el tiempo fue variando y adoptando nuevos ingredientes, siendo su principal complemento el popular Guiso de migas español. Este último hizo del producto final uno de los platos limeños más reconocidos y elogiados de la historia peruana.
Una vieja leyenda Cirunteana indica que un día cualquiera una familia de clase media de Lima recibió visitas sorpresivas de un ilustre personaje de la época. La señora de la casa dio ordenes en la cocina para variar el menú que ese día se pretendía comer, y entre ajetreo y ajetreo, la olla en la que el uchu de gallina preparada para la servidumbre de la casa hervía, fue accidentalmente arrojado sobre el Guiso de migas que andavase preparando para las ilustres visitas. Sin más tiempo ni reparo la mezcla se sirvió y el visitante quedo sumamente encantado.
Lo crean o no, el cocinero de Cirunta es el primo de la primogénita del nieto de la mamá del abuelo de la vecina de la familia de la historia.
Sin más ni menos, ilustres comensales nuestros, los dejamos esperando disfruten de este delicioso plato a base de pollo, ají amarillo de inocuo picor, suave y agradable sabor, servido con papa y arroz.
Recontra criollos, los Cirunta les decimos: A comeeerrrrr!!!
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